Las vacaciones de verano te brindan la oportunidad de cambiar de hábitos, de romper con la rutina y relajarte. Por fin te puedes olvidar del despertador y de tener que salir corriendo para llegar puntual al trabajo, a dejar a los niños en el cole o a una reunión.
Por delante tienes los días de playa, mar, piscina y tumbona. Relax total. Pero, ¿no te apetece también un poco de deporte playero, hacer ejercicios diferentes y divertidos en el agua, nadar sintiendo cómo tu cuerpo se mece con las olas?
Un chapuzón en el mar
El agua del mar aporta al organismo minerales como el yodo, el sodio, el calcio y el potasio. Se absorben por un proceso de ósmosis y llegan hasta los huesos, las articulaciones y los músculos. De ahí que el agua salada se recomiende para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis y las afecciones reumáticas.
Cualquier ejercicio que hagas dentro del agua te aportará beneficios que son difíciles de obtener en la superficie. Tanto si haces estiramientos como si practicas algún deporte acuático de la amplia familia del surf (remo surf, kite surf…), notarás los efectos positivos del mar y, lo que es mejor, cansándote menos y sin apenas riesgo de lesionarte.
Entre los muchos estiramientos que puedes hacer, está la flexión de rodilla, las sentadillas, puñetazos al aire, patadas hacia atrás, levantamiento de brazos en aspa, movimiento de hombros como si fueras a dar un abrazo a alguien y decenas más.
La mayor parte de los ejercicios que se hacen fuera del agua, se pueden también hacer dentro, algunos con el agua cubriéndote hasta las rodillas, otros hasta el pecho (depende del esfuerzo que quiera hacer cada uno ya que el agua opone resistencia y es preciso hacer más fuerza para realizar algunos ejercicios).
En el agua, pesamos 8 veces menos y tenemos la sensación de que la gravedad queda casi en suspenso
Para las personas menos acostumbradas a realizar ejercicio o practicar deportes, será suficiente con caminar dentro del agua –con ésta cubriendo las rodillas o hasta la mitad del muslo- o simplemente por la orilla, con los pies refrescándose cuando rompa alguna ola.
Estiramientos en la arena
Como no queremos salir arrugados cual uvas pasas, dejamos el agua por un rato y nos vamos a la orilla o a la toalla. En la arena también podemos realizar ejercicios tonificantes y estiramientos, además de jugar a las palas o practicar vóley playa.
La mejor parte del día para hacer estos ejercicios fuera del agua es por la mañana temprano, antes de que el sol empiece a calentar y tengas que preocuparte por la acción de los rayos UV. De cualquier modo, que no se te olvide el protector solar, un sombrero o pañuelo para la cabeza y ropa cómoda que transpire.
¿Nadar? ¡Y mucho más!
La piscina es la otra opción que tienes para hacer ejercicios en el agua tanto si no has ido a un lugar de costa como si sí que lo has hecho pero te apetece darte un baño en agua dulce.
La natación es uno de los deportes más completos que hay ya que pones en marcha casi toda la musculatura de tu cuerpo, sobre todo si vas cambiando de estilo, de braza a crol, a espalda o mariposa. Pero en la piscina se pueden practicar muchísimos más deportes, algunos ciertamente novedosos.
Todos hemos oídos hablar del yoga, el spinning y del fitness pero estamos menos familiarizados con sus versiones acuáticas: el woga, el hidrospinning y el aquagym. De hecho, la zumba también se remoja en la piscina y toma el nombre de acuazumba.
También puedes practicar estiramientos en el agua y una actividad muy divertida que se llama water roller consistente en meterse en una bola gigante de plástico que rueda por la superficie del agua, algo así como si fuera la rueda de un hámster.