El cuello rígido, esa sensación tan molesta de que todos los músculos de la nuca están en tensión, es una dolencia bastante común. A menudo no se le da la importancia necesaria y, aunque nos sentimos muy incómodos, intentamos seguir con nuestra vida pensando que, como ha venido, se irá.
La distensión muscular en el cuello suele notarse de repente, sin que, aparentemente, hayamos realizado ningún movimiento brusco. Para entendernos, podemos decir que la rigidez de cuello se produce por acumulación: no es un latigazo ni un tirón ni un mal giro. Es tensión acumulada por posturas incorrectas –reiteradas- o por estrés.
El cuello rígido suele ser una dolencia leve aunque bastante incómoda y dolorosa
Cuello rígido o distensión muscular del cuello
El cuello soporta fuertes tensiones a lo largo del día. A menudo, ni siquiera consigue descansar durante las horas de sueño ya que una mala postura, un colchón poco adecuado o una almohada demasiado dura o alta repercutirán en las cervicales y músculos de nuestro cuello.
Cuando padecemos de rigidez en el cuello, lo primero que notamos es que los músculos del cuello están muy tensos. Como sucede en el caso de los tirones y latigazos cervicales, perdemos parte de la movilidad: nos resulta difícil y doloroso girar el cuello para mirar hacia un lado o hacia atrás.
En algunos casos, la distensión de cuello aparece acompañada de dolor de cabeza, uno de los síntomas habituales de las cefaleas tensionales y de otras dolencias cuyo origen podemos situarlo en las cervicales.
La lesión más común se produce en el músculo elevador de la escápula – derecho o izquierdo-. Este músculo es el que une el cuello (la columna cervical) con el hombro.
Causas de la rigidez de cuello
Los movimientos repetitivos en los que el cuello se ve involucrado terminan creando esta molesta rigidez, tensión o distensión muscular.
Entre otras causas, las más comunes son:
- Horas al teléfono
Si pasamos muchas horas hablando por teléfono, conviene que evitemos sujetar el aparato contra el hombro, doblando el cuello. Es preferible sujetarlo con la mano o, mejor aún, liberarnos del auricular con unos cascos.
- Nos vamos a dormir pero ¿descansamos?
Si pasamos las noches dando vueltas, con el cuerpo en tensión, los músculos rígidos y en mala postura, es bastante probable no sólo que se produzca una distensión en los músculos de nuestro cuello sino que también notemos dolores en la espalda, especialmente en la región lumbar.
- Movimientos repetitivos hacia el mismo lado
Hay algunas profesiones y aficiones que involucran movimientos muy repetitivos del cuello en una única dirección. Es el caso de la natación a croll, por ejemplo. Limitamos el giro a apenas 90 grados, una y otra vez. Sucede lo mismo con algunas tareas manuales y con otras ejecutadas con maquinaria.
- Cabeza inclinada hacia delante frente al ordenador
Es muy común en las personas que trabajan muchas horas frente a una pantalla de ordenador. Muchas veces, se inclinan levemente hacia el monitor, casi sin darse cuenta, tensionando los músculos del cuello durante minutos e incluso horas.
- Estrés
La acumulación de estrés y las prisas constantes se dejan notar, a medida que pasa el tiempo, en nuestro cuerpo. Mucho de este estrés se convierte en tensión muscular y repercute de forma negativa en el bienestar de nuestro cuello.
Prevenir el cuello rígido
Para evitar esta dolencia, es aconsejable realizar pequeños estiramientos cada dos o tres horas, sobre todo cuando estamos realizando esas tareas que implican movimientos repetitivos, de las que hablábamos antes: hablar por teléfono, estar horas frente al ordenador, nadar a croll etc.
Entre los ejercicios que podemos realizar están los estiramientos de lateralización del cuello (estirar hacia un lateral y luego hacia el otro, formando una diagonal); la rotación del cuello hacia cada lado; o estirar suavemente la cabeza hacia delante hasta notar tensión en la nuca, para estirar los músculos de los hombros.
En este mismo blog, ya tratamos en profundidad sobre cuáles eran los mejores hábitos para prevenir diferentes dolencias y lesiones de cuello.
Estiramientos para aliviar el cuello rígido
Hay que tener cuidado a la hora de realizar estiramientos cuando sufrimos de rigidez en el cuello. Cuando se van a llevar a cabo estos ejercicios, hay que prepararse, relajarse lo máximo posible y estar dispuesto a dedicarles unos minutos, con calma. Si los hacemos deprisa y corriendo, podemos empeorar la lesión.
- Mueve el cuello lentamente hacia los lados, y hacia arriba y abajo, como si negaras primero y asintieras después.
- Dibuja círculos con el cuello muy lentamente, primero hacia un lado, después hacia el contrario.
- Estira los hombros cruzando el brazo sobre el hombro contrario y empujando con la mano a la altura del codo.
- Dibuja círculos amplios con los brazos para liberar los músculos desde el hombro hasta el cuello.
La distensión muscular y la rigidez del cuello pueden tratarse adecuadamente a través de técnicas fisioterapéuticas que ayudarán a aliviar la tensión, favorecerán el flujo sanguíneo y devolverán a la zona cervical la movilidad perdida. v