Vacaciones sin lesiones ni molestias musculares
fisio playa

¿Cómo prevenir y tratar molestias musculares y lesiones en verano?

Con la llegada del verano y las vacaciones más largas del año, nuestros hábitos y rutinas diarias cambian considerablemente. Por lo que en ocasiones algunas lesiones o molestias musculares pueden sorprendernos

Cambiamos de clima, de cama y también de prácticas deportivas. A veces sustituimos el gimnasio, por los deportes acuáticos o de montaña, por ejemplo.

Y todo ello, como es lógico, tiene una gran repercusión en nuestro cuerpo y no debemos descuidarlo. Es importante por ello, seguir estos consejos estivales para que ninguna molestia muscular nos estropee el verano.

Deportes de verano

Tanto si practicamos deporte todo el año como si somos más bien sedentarios hemos de tener en cuenta que los deportes de playa tienen características diferentes:

Aunque cada deporte tiene unos movimientos diferentes es preferible, por ejemplo, en el caso de las palas, jugar en la orilla.

Arena

Caminar o correr por la arena, jugar al volley-ball o a las palas implica estar en contacto con una superficie extraña.

Una de las prácticas deportivas favoritas para algunos deportistas es correr por la playa. Aunque hay que tener en cuenta que si no somos corredores profesionales podemos terminar con muchas molestias musculares. El riesgo de sufrir un esguince, por ejemplo, mientras corremos por la orilla es muy alto.

Pero hay que destacar, también, la sobrecarga muscular que puede llevarnos a desarrollar una tendinitis en el talón de Aquiles. Además, la pierna más alejada de la orilla soporta mayor tensión e implica una descompensación en nuestro cuerpo.

Para evitar todos estos problemas, lo mejor que podemos hacer escalentar antes del ejercicio y estirar después. Aunque también es aconsejable no correr ni demasiado cerca de la orilla, ni en la arena más blanda.

Lo más recomendable es correr con el calzado adecuado y por el paseo marítimo.

Temperatura: calor y deshidratación

Aunque es por todos conocido, en ocasiones se nos olvida que el calor deshidrata nuestro cuerpo. Nos sometemos a largas jornadas bajo el sol, nadando o practicando algún deporte y a veces perdemos la noción del tiempo.

Es importantísimo, por tanto, tener siempre la botella de agua a mano y, si es posible, refrescarnos de vez en cuando en el agua.

Aunque recuerda que si llevamos mucho al sol debemos meternos en el agua poco a poco. Mojando primero nuestras muñecas, nuca y abdomen.

Movimientos repetitivos

Algunos deportes típicos de verano, como la natación, el pádel o el volley-ball nos obligan a realizar movimientos repetitivos. Muchas veces, mantener los brazos por encima de la cabeza pueden terminar generando molestias musculares e incluso una lesión en el manguito rotador.

Por lo que si sientes inflamación o molestias en los hombros puedes aliviarlas aplicando hielo tres veces al día durante 20 minutos. El reposo también es muy aconsejable y, por su puesto, si los dolores persisten, una visita a tu fisioterapeuta puede ser la mejor medicina.

Senderismo y caminatas

Tanto si viajamos a la montaña como si hacemos turismo por una ciudad las caminatas que nos pegamos suelen ser muy largas. No es de extrañar que si estamos visitando lugares nuevos queramos aprovechar al máximo para conocer todos los rincones.

Por lo que al día siguiente seguramente notemos los gemelos cargados o nos duelan los pies.

Calzado

Es importantísimo, por tanto, utilizar el calzado adecuado para caminar. Zapatos que nos sujeten el tobillo, que transpiren y con un calcetín que no sea demasiado fino, podría ser la mejor combinación. Las tan utilizadas chanclas de plástico pueden producir ampollas a largo plazo. Por lo que utilizar un zapato adecuado para caminar puede ahorrarnos una tendinitis, un esguince o una fascitis plantar.

Estirar después de una larga caminata también podría ahorrarnos un par de molestias musculares.

Relajación y descanso

Además de disfrutar y pasarlo bien, muchos utilizamos las vacaciones para descansar y reponer fuerzas. No es raro, por tanto, que lleguemos a la playa y directamente nos tumbemos en la toalla. Aunque muchas veces no ponemos mucha atención en la superficie donde nos tumbamos.

Lo ideal sería tumbarnos sobre suelo firme y arena blanda, para que se adapte a las curvas de la espalda. Aunque también puede ser buena idea hacer una almohada con la propia arena para apoyar la cabeza sobre ella.

Es preferible estar la mayor parte del tiempo boca arriba, pero si queremos podernos de lado debemos flexionar las rodillas y girar ligeramente la cadera y los hombros.

Si seguimos todos estos sencillos consejos podremos disfrutar de las vacaciones minimizando los riesgos de lesión o de molestias musculares. Aunque si estos aparecen puedes hacer una visita a tu centro de fisioterapia después del verano.

Si tienes alguna duda o quieres solicitar una primera visita no dudes en ponerte en contacto con Fisio Naciones.