El drenaje linfático manual es uno de los mejores tratamientos para reducir el dolor de piernas producido por la retención de líquidos, o la mala circulación de la sangre. Es suave, relajante y muy agradable, ayuda a aliviar la sensación de estrés y consigue rehidratar la piel.
El fisioterapeuta utiliza la presión de sus manos para liberar la linfa estancada y para mejorar la circulación
Este tipo de masaje terapéutico no sólo es recomendable en el caso de que padezcamos patologías o dolencias más o menos graves como varices, edemas o enfermedades respiratorias como la sinusitis, sino que puede emplearse para tratar complicaciones menos graves pero igualmente indeseadas: problemas estéticos de la piel, como la celulitis y el acné, o la recurrente sensación de tener las piernas hinchadas y cansadas.
Cómo reducir el dolor de piernas
Tras un día de mucho calor o después de haber estado de pie durante varias horas, parece que las piernas nos laten y los pies ya no aguantan más sobre el suelo. Si esta sensación se repite con frecuencia, debemos plantearnos tomar medidas para evitar su aparición y para aliviar sus efectos.
En las piernas y los pies es donde con más claridad sentimos la retención de líquidos y la mala circulación de la sangre. Descalzarnos, refrescarnos con agua o con compresas frías y poner los pies en alto son pequeñas medidas que ayudarán a reducir la hinchazón y el dolor de pies y piernas.
Si llevamos mucho rato de pie, sin movernos, o, por el contrario, estamos obligados a estar sentados durante horas en la misma postura (como en los viajes en avión), conviene que demos un pequeño paseo, para reactivar la circulación de nuestras piernas.
A medio plazo, es conveniente, para evitar la retención de líquidos:
- Caminar, al menos, media hora diaria.
La vida sedentaria no aporta nada a nuestro cuerpo. A menudo, el problema con las piernas cansadas es que estamos de pie pero no nos movemos. Dando un paseo diario o cambiando el transporte rodado por nuestras piernas, activaremos la circulación de la sangre y evitaremos la retención de linfa u otros líquidos.
- Reducir el consumo de sodio en nuestra dieta.
El sodio es un mineral necesario para el equilibrio de nuestro organismo y la mayor parte de los alimentos lo incluyen por sí mismos. Por esta razón, estamos tomando una cantidad excesiva en nuestra dieta cuando añadimos sodio (sal, fundamentalmente) a los platos que comemos –especialmente los platos preparados y las salsas industriales-. El exceso de sodio suele revertir en la retención de líquidos.
- Estar hidratados (beber agua y otros líquidos naturales como zumo de frutas).
Cuando bebemos agua, mejoramos la fluidez de la sangre y de la linfa, además de ayudar a los riñones a filtrar las impurezas.
- Evitar los calcetines, medias o pantalones muy ajustados.
Debemos diferenciar estas prendas de las medias de compresión que, en algunos casos, están recomendadas, sobre todo si pasamos muchas horas en la misma posición, bien sentados, bien de pie.
- Duchas frías y de contraste.
La circulación de la sangre se reactiva gracias al contacto de nuestra piel con el agua fría y por contraste entre el agua fría y el caliente.
Ejercicios para las piernas cansadas
Aunque no todos podemos hacerlo, si tenemos la oportunidad, no debemos desaprovecharla. El agua de mar es un gran balsámico para las piernas cansadas, al igual que caminar descalzo y pasear sobre la arena, por la orilla.
Si no tenemos playa cerca, hay otros ejercicios sencillos que les sentarán muy bien a nuestras piernas:
- Ponernos de puntillas.
Erguidos, con la espalda recta y los brazos estirados a los costados. Repetimos el ejercicio varias veces, intentando no perder el equilibrio.
- Estirarnos hasta tocar los pies o el suelo.
En la misma postura en la que estamos, podemos estirar bien todo el cuerpo llevando las manos hacia los pies y permaneciendo unos segundos en esa posición.
- Dibujamos círculos con los tobillos.
Elevamos un poco cada pierna y giramos los pies sobre el eje del tobillo, hacia uno y otro lado.
- La bicicleta
Tumbados en el suelo, recogemos las piernas y pretendemos que estamos pedaleando en una bicicleta.
Drenaje linfático para aliviar las piernas doloridas
Hay numerosos beneficios asociados al tratamiento de drenaje linfático manual. Además de ser muy útil para tratar insuficiencias venosas -las llamadas varices-, edemas de diferentes clases y muchos problemas respiratorios, también nos ayuda a relajarnos, mejora la circulación de la sangre además de liberar la linfa y otros líquidos que puedan estar estancados.
El drenaje linfático manual es un tipo de tratamiento terapéutico muy agradable y suave. En el caso de las piernas hinchadas, cansadas y doloridas, notamos los resultados en seguida, en muy pocas sesiones. De hecho, tras la primera sesión seguramente sentiremos las piernas más aliviadas y relajadas.