Sientes un punzante dolor de cabeza. Parece que sube desde el cuello pero donde de verdad lo notas es en las sienes, en la frente, detrás de los ojos. Apenas puedes mantener los ojos abiertos, te da la sensación de que un taladro está martilleando tu cerebro sin parar. Hace días que te molestan las cervicales ¡y ahora este dolor de cabeza insoportable! No es casualidad.
Las cervicales están íntimamente relacionadas con un tipo de dolor de cabeza, lamentablemente muy común, denominado cefalea tensional. La buena noticia es que tratando de forma adecuada el malestar que sentimos en las cervicales conseguiremos deshacernos también del agudo dolor de cabeza que nos está impidiendo seguir con nuestra vida cotidiana.
Cefaleas tensionales, ¿por qué se producen?
A veces nos sorprende la manera en que unas partes de nuestro cuerpo están ligadas con otras. En el caso de las cervicales y el dolor de cabeza, se establece una relación a través de los músculos y nervios que, desde el cuello, ascienden hasta el cerebro.
Las cefaleas de origen tensional se producen cuando existe algún tipo de alteración en la estructura del cuello, sea en las articulaciones o músculos, sea en los discos vertebrales o en los nervios.
Puedes también oír hablar de esta dolencia con el nombre de dolor de cabeza de origen cervicogénico.
Las cefaleas tensionales tienen su origen en las cervicales y se pueden tratar con diferentes técnicas fisioterapéuticas
Causas del dolor cervical
Vamos a centrarnos en las posibles causas del dolor de cuello para ver cuál es el origen de la lesión o contractura ya que, dependiendo de la causa, deberemos tratar de una u otra manera el dolor. Además, saber por qué se ha producido el mal en el cuello nos servirá para intentar prevenir futuras dolencias.
Entre las causas más comunes, encontramos varias relacionadas con nuestro día a día, con nuestra forma de trabajar o con el ritmo de vida que llevamos.
- Posturas inadecuadas
En la mayor parte de las ocasiones, no somos conscientes de que estamos forzando el cuello, manteniéndolo en posturas antinaturales, torciéndolo para hablar por teléfono o sometiéndolo a reiterados y continuos microimpactos.
Día a día, los músculos y los discos del cuello soportan una tensión creciente hasta que colapsan. Contracturas, lesión en los tejidos blandos, pinzamiento de nervios… Cualquiera de estas dolencias puede ser el origen de una cefalea de tipo tensional.
- Estrés
Uno de los grandes males de nuestra época, el estrés, es el causante de muchas dolencias y patologías. El estrés en dosis excesivas termina por pasar factura. En este caso, no sólo hablamos de dolores cervicales sino de otros dolores articulares, enfermedades relacionadas con el estómago y hasta caída del cabello.
El estrés está relacionado con la rigidez de las articulaciones del cuello. Contribuye al incremento de la tensión muscular y ésta en una mayor rigidez de músculos y tendones.
- Distensión, latigazo cervical o tirón
Cualquier tipo de trauma que sufran las cervicales ya sea por un golpe, un movimiento brusco o un accidente de coche, por ejemplo. Un tirón puede impedirnos mover el cuello con normalidad durante unos minutos o durante días; un latigazo cervical puede precisar de la inmovilización temporal de las vértebras del cuello.
¿Cómo distingo una cefalea tensional de otro tipo de dolor de cabeza?
Es importante distinguir entre un tipo de dolor de cabeza y otro ya que el tratamiento no será el mismo. Los síntomas más claros de que estamos padeciendo una cefalea tensional, originada en las cervicales, son cuatro:
- Como decíamos más arriba, sentimos dolor de cabeza y, al mismo tiempo, molestias o rigidez en el cuello. Además, el dolor se deja sentir en una zona de la cabeza bastante concreta, la parte posterior, bien en la frente, bien como por detrás de los ojos.
- Suele aparecer en forma de punzadas y es un dolor constante.
- Al estar relacionado con las cervicales, algunos movimientos del cuello y las posturas inadecuadas pueden agudizar el dolor de cabeza.
- En ocasiones, al presionar sobre la parte superior del cuello, podemos sentir alivio. Esto es así porque los nervios que pasan por esa zona (y la presión sanguínea) están estrechamente vinculados con la aparición de la cefalea tensional.
Una de las causas más comunes de la cefalea tensional la apuntábamos más arriba: es el estrés. Y una característica que puede llevarnos a pensar que estamos antes un caso de migraña en lugar de una cefalea tensional es que puede durar horas o días.
Tratamiento de la cefalea tensional
El tratamiento de este tipo de dolores de cabeza pasa por disminuir la tensión y la rigidez de la región cervical. Tanto la fisioterapia como la osteopatía pueden ayudarnos a descontracturar la zona afectada, recuperar la movilidad del cuello y, de esta manera, aliviar, hasta hacer desaparecer, el dolor de cabeza.