No dejes que el dolor de espalda eche a perder tus vacaciones
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Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y seguro que muchos estamos organizando algún viaje de largo recorrido, en coche, en autobús o en avión. Como las vacaciones están para descansar, disfrutar y descubrir nuevos lugares, vamos a dedicar este artículo a ese dolor tan molesto que puede estropearnos la diversión: el dolor de espalda en un viaje largo, por qué se produce y cómo podemos evitarlo.

Las causas del dolor de espalda en un viaje largo

Hay que diferenciar entre ir al volante de nuestro vehículo o que nos lleven, en autobús, tren o avión. La persona que conduce, generalmente, tiene más

Habrás visto a menudo la barrera de tiempo puesta en dos horas. Cuando vamos en coche, siguiendo una ruta en el navegador, a las dos horas nos invita a parar, a descansar la vista reconcentrada en la carretera, a estirar las piernas y la espalda. Pero esto no es sólo para el conductor, también debe de tenerse en cuenta para el resto de usuarios y de medios de transporte.

En el avión las piernas se entumecen y, con frecuencia, se presentan problemas de circulación de la sangre causados por la presión dentro de la cabina; en el autobús la región lumbar y las cervicales suelen estar en tensión y los músculos se sobrecargan.

Dependiendo de la comodidad de los asientos, de si tenemos reposacabezas y del espacio para las piernas, nos podremos sentar en una posición más o menos agradable. Si nos quedamos dormidos, a menudo torcemos el cuello o giramos la columna en posturas poco recomendables.

Como no es habitual que podamos elegir la calidad de los asientos que ocupamos, es recomendable llevar nuestro propio equipamiento mínimo para estar lo más cómodos posible. En seguida hablaremos de qué objetos harán que nuestro viaje sea más confortable.

Lumbalgia tras un viaje largo

Una de las dolencias más comunes que se producen durante los viajes largos por carretera, en tren o en avión es la lumbalgia. La parte baja de la espalda es una de las más afectadas por las sobrecargas musculares que se producen al pasar muchas horas sentados. Hay que tener especial cuidado si ya se padece este tipo de patología, tanto si es ocasional como si es lumbalgia crónica.

La sobrecarga de la región lumbar se debe a que, durante horas, el conductor –y en muchos casos también los pasajeros- mantiene la misma postura, con las piernas, los brazos y el cuello tensos.

Durante los viajes en tren y avión, la lumbalgia puede aparecer justo por lo contrario que en el caso del conductor del coche. Nos ponemos cómodos, estiramos las piernas y reclinamos el asiento, sin darnos cuenta de que estamos doblando y girando la columna vertebral de forma poco natural.

Dolor de cuello y móvil, malos amigos en los viajes largos

Las variadas opciones de ocio llegadas de la mano de los móviles y las tablets han provocado un incremento de las molestias en el cuello, las cervicalgias, durante los viajes largos. Podemos pasarnos horas mirando la pequeña pantalla de nuestro smartphone o nuestra tableta , con la cabeza inclinada hacia delante y el cuello en tensión.

Para evitar la sobrecarga de las cervicales, hay que intentar situar la pantalla frente a nuestros ojos, como si fuera un ordenador. En el asiento del coche puede estar sujeta al reposacabezas, para los asientos de atrás.

En el avión, si está disponible, es mejor ver una película o entretenerse con un juego en la pantalla que está encajada en el asiento de delante o en la pantalla grande. Si preferimos nuestro propio móvil o tablet, debemos acordarnos de separar los ojos de la pantalla de vez en cuando, relajar el cuello y tomarnos unos minutos de descanso.

Consejos para evitar el dolor de espalda en los viajes largos

  • Cambiar de postura con cierta frecuencia

Muchas veces no nos damos cuenta de que hemos permanecido durante horas en la misma postura. Hay que intentar ser conscientes de nuestro cuerpo y modificar la postura de vez en cuando, especialmente si notamos que nuestras articulaciones y músculos están en tensión.

  • Para, estírate y no tengas prisa

El conductor siempre lo tiene más difícil que el resto de pasajeros. Estar al volante le obliga a prestar atención a la carretera y mantiene sus brazos, piernas, espalda y cuello en tensión. Las vibraciones del coche y la amortiguación también pasan factura a nuestra espalda.

Como decíamos al principio, parar cada dos horas para estirar las piernas y la espalda le vendrá bien tanto al conductor como al resto de pasajeros.

Algunos consejos para evitar el dolor de espalda al volante:

  • Mantén la espalda recta pegada al asiento y los hombros rectos también.
  • Sitúa el asiento a la distancia adecuada del volante y los pedales, la que te resulte más cómoda.
  • Conserva las piernas semiflexionadas y las muñecas apoyadas sobre la mitad superior del volante.
  • Regula la altura de los espejos retrovisores para girar o torcer lo menos posible el cuello cuando necesites mirar por ellos.
  • Los brazos y las piernas, ni muy estirados ni demasiado encogidos.
  • Almohadas o cojines de viaje

Las almohadas cervicales son unas grandes aliadas para los trayectos largos. Las hay que rodean el cuello y otras alargadas que sirven para el reposo lateral; es importante que no las hinchemos demasiado –si son inflables- y que sean lo suficientemente rígidas para sujetar bien el cuello pero no tanto como para resultar duras o incómodas.

  • Caminar por el pasillo del avión

Tanto para la circulación de la sangre por las piernas como para la espalda, es recomendable caminar un ratito, cada hora y media o dos horas, por el pasillo del avión.

Antes de empezar el viaje, podemos hacer estiramientos suaves del cuello, la espalda y los hombros, como si estuviéramos calentando los músculos para practicar deporte.

Cuando estemos sentados, el asiento reclinado conseguirá que no sobrecarguemos los discos vertebrales. Eso sí, si vamos a estar con el móvil o la tablet, mejor el respaldo del asiento recto.

Si podemos elegir compañía aérea o asiento, dejémonos guiar por nuestra salud y escojamos los que más espacio dejen a las piernas ¡en un viaje de muchas horas, nuestro cuerpo nos lo agradecerá!