Tratamiento del latigazo cervical para que no queden secuelas
tratamiento del latigazo cervical

El latigazo cervical se produce repentinamente. El cuello realiza un giro o recibe un impacto que, inmediatamente, va seguido del movimiento contrario, como sucede cuando un coche golpea por detrás nuestro vehículo y  nos vemos lanzados, primero hacia adelante, y después hacia atrás. Un correcto tratamiento del latigazo cervical es necesario para que no queden secuelas.

Esta lesión, que también se denomina esguince cervical, se trata a menudo mediante la inmovilización del cuello, con un collarín. Sin embargo, ésta no es la mejor solución, porque puede generar hipertrofia muscular y rigidez articular, aparte de que nos impide llevar una vida normal durante semanas.

Causas del latigazo cervical

Generalmente, asociamos el latigazo cervical con los accidentes de tráfico, como hemos visto más arriba, pero también se puede producir por las meras frenadas y acelerones que damos en el coche cuando hay paradas continuas. Es bastante común que se produzca durante la práctica de algunos deportes, especialmente los de impacto, como el fútbol o el baloncesto.

Aunque a priori pueda parecer curioso, los latigazos cervicales son más comunes en verano. La razón es que vamos a la piscina y nos tiramos de forma brusca al agua, lo que puede provocar una lesión en el cuello. Además, es un período en el que la asistencia a los parques de atracciones y ferias aumenta, lo que implica someter al cuello a cambios de velocidad bruscos que pueden terminar en un esguince.

Diferentes lesiones de cervicales

Es importante diferenciar entre un latigazo o esguince cervical y otras lesiones que se pueden producir en el cuello. La tortícolis, por ejemplo, presenta unos síntomas parecidos pero tiene un origen acumulativo. Es una contracción prolongada de los músculos del cuello, de ahí que sea tan común sufrirla justo cuando nos despertamos o levantamos de la cama. Lo normal es que podamos mover el cuello en todas las direcciones menos en una.

En este blog ya hemos tratado sobre diferentes tipos de dolencias y patologías cervicales, desde la cervicalgia a la cefalea tensional, pasando por el cuello rígido. Cada una de ellas requiere un tratamiento específico, de ahí que sea fundamental diagnosticar de forma adecuada la lesión que padecemos.

Una de las características del latigazo cervical es que no sentimos dolor de forma inmediata. Pueden pasar 24 o 48 horas desde el momento en el que hemos sufrido el esguince hasta que comienza el dolor. Éste suele ir acompañado con una limitación casi total del movimiento del cuello y, a menudo, dolor de cabeza o en la zona de la mandíbula. En ocasiones, afecta al sistema nervioso, por lo que es posible que veamos borroso, sintamos mareos o cierto hormigueo en el cuello e incluso en la mano.

Durante los primeros días, se recomienda reposo y, sobre todo, no forzar el cuello ni realizar movimientos bruscos. A partir de ese momento, alrededor de una semana después del inicio del dolor, podemos comenzar con el tratamiento para recuperar la movilidad. Es aconsejable acudir al fisioterapeuta lo antes posible, para que pueda realizar un diagnóstico y estipular los tiempos y fases del tratamiento.

Tratamiento del latigazo cervical

El tratamiento del latigazo cervical ha de ser gradual, para devolver la movilidad al cuello sin provocar más dolor. Cada lesión y cada paciente son diferentes, por lo que es el especialista el que debe ver qué pasos se han de seguir. Inicialmente, se trabajará aplicando frío y/o calor, empleando ultrasonidos y electroterapia, con manipulaciones suaves y tracciones cervicales.

Tanto la terapia manual como la punción seca, son técnicas efectivas para el tratamiento del esguince cervical. En ocasiones, se aplicarán vendas neuromusculares, más conocidas como kinesiotaping, en la zona cervical.

La última parte del tratamiento está dedicada a fortalecer la musculatura del cuello. Como sabemos, tener un buen tono muscular reduce el riesgo de padecer lesiones y disminuye la gravedad de éstas cuando se producen, por lo que es aconsejable realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la región cervical, como forma de prevención.