Osteopatía infantil para tratar los cólicos del lactante
colicos del lactante

Los cólicos del lactante son de sobra conocidos por las madres y padres primerizos. Y por el resto de la familia, los amigos e incluso los vecinos. El llanto inconsolable de un bebé oprime el corazón de cualquiera hasta que se extiende durante horas y consigue hacer perder la paciencia al más sufrido.

Añadamos que, según los médicos, no hay tratamiento ni medicamento válido para tratar esta dolencia. Tal vez la medicina tradicional no haya conseguido sintetizar el fármaco que cure los cólicos del bebé pero hay otras opciones que sí que han demostrado ser eficaces. La osteopatía es una de ellas.

¿Qué son los cólicos del lactante?

Resulta curioso que se hable tanto de los cólicos del lactante y se sepa tan poco de su origen o sus causas. Suelen aparecen después de las dos primeras semanas de vida del bebé y, en la mayoría de casos, tienden a desaparecer entre los 3 y los 5 meses.

Cuatro son los signos más evidentes de que un bebé bien alimentado y con buena salud sufre de cólicos:

  • Episodios de llanto predecibles

El lloro suele repetirse, cada día, a la misma hora, generalmente a última hora de la tarde. En algunos casos dura sólo unos minutos aunque es más corriente que se extienda durante tres horas o más.

  • Llanto muy intenso, agudo e inconsolable
  • Llanto sin causa aparente

Ni frío ni calor ni hambre ni sed. El llanto provocado por los cólicos llega y se va sin explicación.

  • Cambios de postura

Dado que el bebé se siente incómodo, los cambios de postura son frecuentes: encoge las piernas, aprieta los puños y tensa los músculos del abdomen. En su cara podemos leer irritabilidad y agitación.

Posibles causas

La aparición de los cólicos en los bebés sigue siendo un misterio. Afectan por igual a niños y niñas, a lactantes de leche materna y a aquellos que son alimentados con leche de fórmula.

Existen diferentes teorías sobre el origen del cólico del lactante, ligadas a tres grupos de causas: digestivas, alérgicas y psicológicas.

  • Intolerancia a la lactosa o la proteína de la leche de vaca.
  • Sistemas digestivo y nervioso inmaduros, aún en desarrollo.
  • La ansiedad, irritabilidad o estrés de los padres, que se transmite al bebé.
  • Madre fumadora (durante el embarazo).

¿Cómo aliviamos el llanto del bebé?

Cuando acudimos al pediatra o preguntamos a otros padres, solemos encontrarnos con la palabra “paciencia”. Es lo que parece recomendarnos todo el mundo, aguantar y tener paciencia hasta que los cólicos se pasen solos, es cuestión de tiempo, nos dicen.

Hay algunos buenos hábitos que podemos poner en práctica para suavizar el llanto del bebé.

ALIMENTACIÓN

En relación con la alimentación, es aconsejable mantener al bebé lo más erguido posible durante las tomas. También es bueno realizar pausas y ayudarle a expulsar gases ya que, como hemos comentado, es posible que los cólicos tengan relación con el incompleto desarrollo del sistema digestivo.

En el caso de bebés alimentados con leche materna, si existe un historial de alergias en la familia, es posible que sea de ayuda eliminar de la dieta de la madre los alimentos potencialmente alérgenos. Siempre es recomendable consultar a nuestro médico sobre cualquier cambio en la dieta y probar durante un par de semanas para ver si hay mejoras en los síntomas del cólico.

También se puede probar a cambiar el modelo de biberón o de tetilla por alguno que consiga reducir el aire que traga el bebé al succionar.

ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y AMBIENTALES

Probablemente, modificar diferentes aspectos psicológicos y ambientales sea lo que más ayude a aliviar el llanto del bebé.

  • Coger al bebé en brazos y estrecharle para que sienta nuestra cercanía y calor.
  • Ofrecerle un chupete.
  • Mecerle, pasear con él en brazos o en el carrito.
  • Crear una atmósfera de quietud con sonidos repetitivos de fondo: el tic tac de un reloj, el movimiento continuo de un ventilador o una grabación de las olas del mar rompiendo en la orilla, por ejemplo.
  • Si no hemos conseguido calmarlo, podemos probar a acostarle y dejarle 5 o 10 minutos solo, prestando atención a su reacción.

Osteopatía infantil para tratar los cólicos del lactante

La osteopatía nos va a ayudar a dejar de vivir, cada día, esta rutina de llanto inconsolable.  Esta disciplina terapéutica enfoca el problema de los cólicos del lactante desde el punto de vista de las posibles tensiones acumuladas por el bebé durante el período de gestación y el parto, especialmente en la zona de la nuca y en las regiones lumbar y sacra.

El osteópata realizará un análisis minucioso para confirmar el diagnóstico de cólico y descartar otros posibles problemas con síntomas similares. La atención del especialista se centra en diferentes partes del cuerpo a través de movimientos y masajes suaves que ayudarán a mejorar los movimientos intestinales del bebé.

El tratamiento es totalmente indoloro. Tras la primera sesión ya se suele notar cierta mejoría aunque harán falta algunas más para terminar con los síntomas del cólico de forma definitiva.