La detección precoz de la artrosis mejora considerablemente la calidad de vida
artrosis

A menudo los primeros síntomas de la artrosis, la forma de artritis más generalizada, tienden a pasar desapercibidos o a confundirse con leves dolores debidos a golpes, torcimientos de la articulación o alguna lesión leve. Es muy común empezar a sentir dolor de forma intermitente, en la rodilla, la cadera, la mano o la columna, y darle poca importancia pensando que se pasará solo o que se debe a la inestabilidad meteorológica.

Los síntomas de la artrosis comienzan a aparecer, generalmente, a partir de los 40 y pueden variar mucho de una persona a otra.

Tanto la prevención como la detección precoz de la artrosis son los mejores aliados a nuestro alcance para evitar que esta enfermedad articular nos impida llevar a cabo nuestra vida cotidiana.

La artrosis es una enfermedad degenerativa muy relacionada con el envejecimiento por lo que la lucha contra ella debe llevarse a cabo antes de que aparezcan los primeros síntomas, con una forma de vida activa y saludable, y, sobre todo, en el momento en el que apreciemos cualquier indicio de esta afección reumática.

¿Cómo sé si padezco de artrosis?

Los síntomas más comunes de la artrosis son los siguientes:

    • Dolor y rigidez en las articulaciones.

El dolor suele intensificarse con la actividad o el movimiento y aliviarse en estado de reposo. Generalmente, se siente cerca de la articulación afectada aunque, en algunos casos, puede percibirse en otras zonas.
La sensación de rigidez se aprecia sobre todo por las mañanas, tras las horas de sueño y descanso. A algunas personas les afecta, sobre todo, con los cambios de tiempo.

    • Deformación de la articulación.

A causa de la degeneración del cartílago, la articulación se agranda y ensancha. Inicialmente, lo que vemos es un pequeño bulto o protuberancia. En el caso de los dedos, se evidencia porque éstos se tuercen ligeramente, sobre todo a la altura de los nudillos.

    • Reducción de la flexibilidad e incremento de la sensibilidad alrededor de las articulaciones afectadas.
    • Sensación de hormigueo en las articulaciones afectadas.
    • Inflamación por un exceso de líquido en la articulación.

En los últimos años, diversos estudios han concluido que buena parte de los pacientes que padecen artrosis sufren también sinovitis, o inflamación de la membrana sinovial que recubre la articulación, lo que podría causar un nivel de dolor más elevado y que el cartílago se degrade más rápido.

Es muy importante tener en cuenta que la artrosis no afecta de la misma manera a todas las articulaciones. Es bastante común en los dedos, las rodillas, la cadera y la columna mientras que raramente afecta a los tobillos, las muñecas o los codos.

Tratamiento fisioterapéutico de la artrosis

Las diferentes técnicas fisioterapéuticas, apropiadas para tratar la artrosis, están dirigidas a conseguir un mayor rango de movimiento de las articulaciones afectadas además de conseguir disminuir el espasmo muscular. Éstas pueden variar según el diagnóstico y las características del paciente, abarcando desde la terapia manual y los estiramientos hasta la prescripción de ejercicio físico, la electroterapia o la punción seca.

Con estas técnicas se pretende:

  • Reducir el dolor.
  • Mejorar el rango de movimiento de las articulaciones afectadas
  • Fortalecer los grupos de músculos clave.

>Una vez diagnosticada la dolencia y comenzado el tratamiento, es recomendable mantener una continuidad, incluyendo los ejercicios que se deben hacer en casa. Asistir de forma intermitente a la consulta del fisioterapeuta, cuando el dolor se hace insoportable, hace mucho más complicado obtener beneficios a largo plazo.

Acudir a sesiones de fisioterapia de mantenimiento, cada 4 o 6 semanas, es una de las formas más efectivas de mantener la adecuada fuerza y movilidad articular

Nuestro fisioterapeuta nos recomendará una serie de ejercicios físicos adecuados, para realizar en casa, que nos ayudarán a estirar y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas además de ser muy útiles para reducir al mínimo el dolor.

Dado que el sobrepeso es está muy relacionado con la aparición y el rápido desarrollo de la artrosis, el fisioterapeuta podrá aconsejar, a pacientes con este problema, una dieta saludable y una tabla de ejercicios apropiada para intentar reducir la sobrecarga que soporta la articulación.