Tratamientos para las piernas cansadas, hinchadas o doloridas
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La sensación de tener las piernas cansadas, hinchadas o doloridas es muy común. El calor, la mala circulación sanguínea, estar muchas horas de pie o en la misma postura cargan las piernas. Para tratar este tipo de dolencias, la mejor técnica fisioterapéutica es el drenaje linfático, suave, indolora y muy relajante.

El drenaje linfático para las piernas libera la acumulación de linfa, reduce la inflamación y tiene un efecto calmante muy positivo

El drenaje linfático tiene muchos efectos positivos sobre la zona del cuerpo directamente tratada y, en general, sobre nuestro bienestar. Esta técnica es uno de los mejores métodos de acción relajante y antiestrés que conocemos.

Los suaves movimientos manuales que realiza el fisioterapeuta sobre nuestro cuerpo, en la dirección y con la presión adecuadas, sin causar dolor en ningún momento, revierten en una placentera sensación de bienestar y relax.

¿Cómo se consigue? Vamos a ver cómo funciona el drenaje linfático para que entendamos por qué logra estos efectos tan beneficiosos de forma aparentemente sencilla.

Drenaje linfático para piernas cansadas

La misión principal del drenaje linfático es ayudar a drenar la linfa que se ha quedado estancada. La linfa es un líquido casi transparente que se encarga de transportar, entre las células y los tejidos de nuestro cuerpo, tanto nutrientes como sustancias de desecho.

El sistema linfático forma parte del sistema circulatorio. Su buen funcionamiento es vital para las defensas de nuestro organismo, es decir, para activar el sistema inmunitario.

Cuando hay algún problema en el sistema linfático, una de las reacciones de nuestro cuerpo, más común y visible, es la inflamación de los ganglios linfáticos. A menudo, es la señal física de que existe una infección.

En el caso de las piernas, la linfa estancada suele formar pequeños abultamientos o edemas. Además, es bastante normal que la mala circulación de la sangre por las venas provoque que las piernas se nos hinchen o, en último término, que aparezcan las molestas varices. Todas estas dolencias se pueden tratar gracias al drenaje linfático.

En qué consiste el drenaje linfático de piernas

A diferencia de algunas otras técnicas manuales fisioterapéuticas, que al trabajar sobre los músculos pueden resultar, en ocasiones, dolorosas, el drenaje linfático es una técnica muy suave y totalmente indolora. De hecho, al terminar la sesión muchos pacientes están tan relajados como si hubieran visitado un balneario o les hubieran dado un masaje antiestrés.

El drenaje linfático de piernas no sólo es terapéutico sino que también es muy relajante

Las manos del fisioterapeuta trabajan sobre la zona inflamada o dolorida, en este caso las piernas, presionando con delicadeza. Lo que se pretende no es manipular un músculo o un tendón sino ayudar a la linfa a volver a circular con normalidad.

Los movimientos, lentos y repetitivos, empiezan en la raíz y terminan en los extremos de las piernas, porque esa es la dirección que sigue la linfa. Para entendernos, es como si fuéramos empujando la linfa hacia el interior y hacia abajo. Por esta razón, si el drenaje es de piernas completas, se comienza por la zona de las ingles y se va, poco a poco, avanzando hacia los pies.

Consejos para evitar las piernas cansadas

El ejercicio físico es uno de nuestros mejores aliados para combatir las piernas cansadas, doloridas o hinchadas. Aunque muchas veces no nos damos cuenta, las piernas están constantemente soportando el peso de nuestro cuerpo.

Los ejercicios más recomendados son los que ponen en movimiento las extremidades inferiores: caminar, montar en bicicleta, estirar y flexionar el pie y la rodilla. En el agua, no sólo podemos practicar natación, sino que será interesante hacer estiramientos y caminar por el fondo de la piscina o dentro del mar, con las piernas sumergidas.

También es bastante frecuente que llevemos ropa ceñida o calcetines con gomas elásticas que incluso nos dejan marca en la piel. La correcta circulación de la sangre y de la linfa se ven afectadas por esta presión por lo que, si tenemos problemas de circulación o edemas, es preferible evitar las prendas ajustadas.

Las duchas de contraste, frío-calor, también tienen efectos muy positivos sobre la circulación de la sangre y de la linfa, ya que fuerzan a las venas a contraerse y expandirse.