Tratamiento del esguince de tobillo mal curado
Tratamiento del esguince de tobillo mal curado

El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes, no sólo entre los deportistas. Muchas veces, no le damos importancia a esa torcedura del pie que parece que nos molesta pero que no nos impide seguir con nuestra vida cotidiana.

En otras ocasiones, tras un tiempo de reposo y la aplicación de hielo, damos por curada la lesión aunque notemos, de vez en cuando, cierto dolor sordo en el tobillo, especialmente cuando cambia el tiempo. Es lo que denominamos un esguince de tobillo mal curado y, pese a que a menudo no le damos importancia, estamos fomentando que se produzcan nuevas lesiones o que se agrave la que ya tenemos.

Depende de lo grave que sea la torcedura, solamente hablaremos de distensión de los ligamentos y del desgarro de fibras musculares o, por el contrario, estaremos ante una rotura de fibras o del propio ligamento.

Tratamiento del esguince de tobillo mal curado

Tanto la fisioterapia como la osteopatía pueden ayudarnos a recuperarnos de una lesión de tobillo mal curada. El tobillo presenta cierta inestabilidad, debida a la pérdida de tensión de los ligamentos, que puede convertirse en crónica. Es muy frecuente que suceda ésto si el esguince originario que tuvimos fue tratado mediante inmovilización con escayola.

En el caso de que las fibras rotas se hayan regenerado de forma desordenada, se ha podido formar un callo fibroso o una fibrosis de la cicatriz. Al exterior, esta cicatriz no se ve pero sí que se nota cuando se palpa la zona afectada.

El masaje transverso profundo, también llamado masaje de Cyriax por el médico ortopeda que lo desarrolló, James Cyriax, es una técnica manual que consiste en movilizar exactamente el lugar de la lesión. Es eficaz para los esguinces agudos una vez que han cicatrizado ya que, entre otras cosas, facilita la producción de tejido colágeno y tiene efectos analgésicos, reduciendo el dolor.

Es habitual también aplicar un vendaje funcional o el kinesiotaping, vendas neuromusculares, para mejorar la estabilidad del tobillo, reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.

Rehabilitación del tobillo

Una parte muy importante dentro del tratamiento de un esguince de tobillo es la rehabilitación. Es probable que, debido a la inflamación y al dolor, hayamos dejado de apoyar el pie lesionado o hayamos estado caminando apoyando mal el pie. Los músculos del tobillo habrán perdido elasticidad, así que será necesario trabajar con ellos para recuperar la normalidad.

Incluimos en cada uno de los apartados un enlace visual a cada tipo de ejercicio, desarrollado por la Sociedad Española de Medicina Física y Rehabilitación.

Son muy sencillos. Basta con que nos sentemos en una silla, descalzos, con los pies apoyados en el suelo, y realicemos repeticiones de ciertos movimientos, sin forzar la articulación.

En este caso, utilizaremos unas bandas elásticas para acompañar el movimiento. Estos ejercicios también se lleven a cabo sentados y descalzos.

Se consigue a través de ejercicios propioceptivos. Aunque el nombre es un poco complicado, estos ejercicios son muy sencillos. Consisten en apoyar el pie, sobre el suelo o sobre un cojín, con o sin desequilibrios, para conseguir que nuestros movimientos sean lo más eficaces y coherentes posibles. Así, evitaremos que un mal paso se pueda convertir en un esguince.

Un consejo final

Para evitar la recaída, es conveniente fortalecer la musculatura del tobillo, evitar el sobrepeso y llevar un calzado adecuado, tanto si vamos a practicar deporte como durante nuestra vida cotidiana.

Los zapatos y zapatillas que usemos deben de sujetar bien el pie, impidiendo que una torcedura se convierta en una lesión. Además, debemos tener en cuenta que cuanto más estrecho y elevado sea el tacón del zapato, más posibilidades tenemos de que un simple tropiezo nos cueste un esguince de tobillo.