Las 10 ocasiones más típicas en las que podrías necesitar un fisioterapeuta
fisioterapeuta dolor cuello

En el imaginario colectivo, la fisioterapia ha estado, durante muchos años, ligada a la rehabilitación física, especialmente tras operaciones quirúrgicas o accidentes. Aunque está especialmente recomendada para este tipo de casos, un fisioterapeuta cuenta con un arsenal de técnicas mucho más amplio, que le permite tratar desde lesiones musculares y articulares hasta dolencias crónicas como la fibromialgia o la ciática e incluso cefaleas, Parkinson o patologías respiratorias.

El fisioterapeuta trata la lesión, corrige la postura y aconseja ejercicios no sólo para aliviar el dolor sino también para prevenir futuras dolencias y enfermedades

 

Una de las mayores ventajas que tiene la fisioterapia sobre otras disciplinas médicas es que hace mucho hincapié en la prevención y ha desarrollado programas físicos muy completos para que ésta sea exitosa.

El fisioterapeuta trata la dolencia, reconoce y corrige los malos hábitos posturales y aconseja sobre las tablas de ejercicios o estiramientos más adecuadas para la recuperación y el fortalecimiento de las diferentes articulaciones y músculos de nuestro cuerpo.
La fisioterapia se puede dividir en varias ramas o especialidades. En ocasiones, la terapia manual se acompaña con electroestimulación o calor infrarrojo. Hay especialidades tan específicas como la fisioterapia deportiva, una de las más conocidas, o la fisioterapia rehabilitadora; el v se utiliza para mejorar la circulación y la oxigenación de la sangre; las disfunciones del suelo pélvico se tratan con técnicas muy específicas que buscan la reeducación de este conjunto de músculos.

Las 10 ocasiones más típicas en las que podrías necesitar un fisioterapeuta: desde lesiones musculares, como un esguince, hasta dolores de cabeza o bruxismo

Tratamiento de lesiones

Muchas lesiones articulares, en las que se ven implicados músculos y tendones, pueden tratarse eficazmente con técnicas fisioterapéuticas. Algunas de las lesiones más comunes, con las que a menudo convivimos dolorosamente, no precisan reposo, férulas o vendajes inmovilizadores sino un tratamiento físico y manual adecuado.

  • Esguince de tobillo
    Una de las lesiones más comunes y que, a menudo, nos impide seguir con nuestra vida cotidiana durante semanas. Incluso hay quien se resiente de un esguince, generalmente mal curado, durante años.
    Un esguince es una torcedura, como decimos coloquialmente. La mayor parte de los esguinces se producen en el ligamento lateral externo. El fisioterapeuta, gracias a diferentes técnicas manuales de manipulación del pie, devolverá, poco a poco, la estabilidad al tobillo.
  • Lesión del ligamento cruzado anterior (rodilla)
    Los ligamentos de la rodilla suelen protagonizar algunas de las lesiones más incapacitantes. La rotura del ligamento cruzado anterior es muy común en los futbolistas, por ejemplo.
    En el caso de esta articulación, hay que diferenciar entre un esguince o rotura parcial del ligamento cruzado anterior, que puede ser tratada con técnicas fisioterapéuticas, y la mencionada rotura, en la que suele ser necesaria la intervención quirúrgica y, a posteriori, la rehabilitación fisioterapéutica para recuperar la movilidad.
  • Desgarro muscular o rotura de fibras
    La rotura de fibras, también conocida como desgarro muscular, se puede producir por un golpe directo o por un simple resbalón. Los músculos se estiran más de lo debido y se rasgan las fibras que los componen. A menudo, aparece un hematoma en la zona dañada.
    El tratamiento fisioterapéutico es adecuado para la rotura de fibras ya que es posible acercar, de nuevo, las fibras distendidas y recuperar, de esta manera, la posición inicial del músculo. Es posible que al finalizar la sesión, el fisioterapeuta utilice, para sujetar la musculatura, kinesiotaping, vendas neuro-musculares de colores.
  • Contracturas musculares
    Las contracturas musculares son tan comunes que muchas personas se han habituado a convivir con ellas. Tener la espalda “cargada” o sentir dolor de cuello, de forma casi permanente, suele deberse a contracturas musculares en la zona alta de la espalda, los trapecios o las cervicales.
    Un masaje descontracturante aliviará el estrés que sufre el cuerpo, reducirá la tensión de los músculos y, sobre todo, evitará que la contractura derive en una lesión más grave y en fuertes dolores de cabeza.
  • Tendinitis del supraespinoso (lesión de hombro)
    Una lesión del hombro muy extendida es la inflamación del supraespinoso, ubicado en el manguito rotador. El movimiento repetitivo de levantar el brazo por encima del hombro causa, en muchos casos, este tipo de tendinitis.
    La primera parte del tratamiento, como en otras tendinitis, consiste en reducir la inflamación. Hay diferentes técnicas fisioterapéuticas que nos ayudarán a recuperar la adecuada movilidad del hombro. Es muy importante fortalecer la musculatura del manguito rotador a base de ejercicios (denominados excéntricos): estiramiento cruzado del brazo, rotación externa y elevaciones laterales, fundamentalmente.
  • Codo de tenista (epicondilitis)
    La epicondilitis, o codo de tenista, se produce al forzar de forma reiterada el antebrazo o la muñeca. El dolor se siente en la cara externa del codo. Una parte fundamental del tratamiento fisioterapéutico de esta lesión es la reeducación postural y la prevención para evitar que se reproduzca en futuras ocasiones.

Otras lesiones comunes que podrá tratar el fisioterapeuta con éxito son la fascitis plantar (planta del pie), la luxación de rótula (rodilla) o el síndrome del túnel carpiano (muñeca).

Tratamiento de inflamaciones y otras dolencias

  • Dolor de espalda, lumbalgia y dolor de cuello (cervicalgia)
    La dorsalgia es el dolor de espalda que se sitúa entre la región lumbar y la zona cervical. Cuando el mal se siente en la parte baja de la espalda, puede tratarse de lumbalgia (o de ciática), y cuando afecta a las vértebras cervicales, podemos hablar de dolor de cuello o cervicalgia.
  • Bruxismo

Tratamiento de enfermedades crónicas y cefaleas

  • Artrosis o desgaste de las articulaciones
    El dolor y la inflamación que acompañan el desgaste o envejecimiento de las articulaciones se consiguen reducir gracias a una buena alimentación, una vida activa, la práctica de yoga o pilates y el tratamiento fisioterapéutico adecuado. Entre las técnicas que nos ayudarán encontramos el drenaje linfático, la osteopatía o la terapia miofascial.
  • Fibromialgia
    Frente a la fibromialgia, la labor fisioterapéutica principal consiste en mejorar la calidad de vida del paciente que sufre esta enfermedad crónica. El amasamiento, los estiramientos musculares suaves o la electroterapia, entre otros, consiguen aliviar el dolor, mejoran la calidad del sueño y reducen la sensación de cansancio generalizado que se siente.

Los dolores de cabeza tienen, a menudo, su origen en el cuello. Estas cefaleas se conocen como tensionales. El tratamiento fisioterapéutico se centra, en este caso, en el alivio de la tensión que se acumula en región cervical para, de esta manera, liberar los músculos que se encuentran oprimidos o inflamados.