Silvia es una paciente habitual en nuestra consulta de fisioterapia. Ella es profesora en un colegio y pasa la mayor parte de su tiempo de trabajo en pie. Por lo general para trabajar y estar cómoda lleva zapato plano.

Pero la Nochevieja pasada decidió dar un toque de elegancia a su indumentaria: un par de zapatos de tacón. Lo que no esperaba era el terrible dolor de espalda y de pies.

En el momento en que se vestía no pensaba en esto, pero al día siguiente, Silvia se despertó con mucho dolor. Su marido tuvo que ayudarle a levantarse de la cama y ponerle las zapatillas ya que apenas podía moverse.

Silvia estaba luchando toda la semana contra el dolor de espalda. Nos contó que incluso conducir para ir al trabajo se le hacía muy cuesta arriba.

Una advertencia:

Usar tacones puede aumentar la presión en la parte baja de la columna unas 25 veces, modifica la manera de caminar y altera la postura, lo que nos puede conducir a padecer dolor de espalda, sobre todo en la columna lumbar.

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Su pone un gran esfuerzo para nuestra columna y musculatura amortiguar la carga que supone cada vez que apoyamos el peso sobre los pies al caminar.

Aunque sea tentador ponerse un par de zapatos de tacón puede elegir un modelo que sea acolchado y más bajo con lo que disminuirá la presión sobre su columna (y sobre sus pies).

Los zapatos de tacón sientan muy bien, pero…¿merece la pena seguir los dictados de la moda?

Si estás sufriendo dolor de espalda, ponte en contacto con nosotros. Te daremos la mejor solución para aliviarlo.

¡Hasta Pronto!

El equipo de Fisio Naciones